📖 »Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Él corta de mí toda rama que no produce fruto y poda las ramas que sí dan fruto, para que den aún más. 3 Ustedes ya han sido podados y purificados por el mensaje que les di. 4 Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí.
5 »Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada. 6 El que no permanece en mí es desechado como rama inútil y se seca. Todas esas ramas se juntan en un montón para quemarlas en el fuego. 7 Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pueden pedir lo que quieran, ¡y les será concedido! 8 Cuando producen mucho fruto, demuestran que son mis verdaderos discípulos. Eso le da mucha gloria a mi Padre.
9 »Yo los he amado a ustedes tanto como el Padre me ha amado a mí. Permanezcan en mi amor. 10 Cuando obedecen mis mandamientos, permanecen en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. 11 Les he dicho estas cosas para que se llenen de mi gozo; así es, desbordarán de gozo.
Juan 15:1-11 NTV
Aunque Dios nos ama a todos más allá de nuestras obras, constantemente encontramos en la Palabra que Él espera que demos fruto.
Además del pasaje que acabamos de leer, podemos ver otros ejemplos en la parábola de los talentos o la ilustración de la higuera (cuando Jesús seca la higuera por no encontrar fruto en ella).
La realidad es que podríamos estar años siendo parte de una iglesia, teniendo una “fe” cristiana y no estar dando fruto.
Y ese no es el diseño de Dios.
Él quiere que demos fruto, porque eso da gloria al Padre.
Jesús la Vid verdadera
📖 »Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Él corta de mí toda rama que no produce fruto y poda las ramas que sí dan fruto, para que den aún más.
En este pasaje, Jesús describe tres personajes principales y les asigna diferentes metáforas que representan su función.
Jesús es la vid verdadera
La vid es la planta de la cual crecen las uvas.
La vid también era reconocida como un símbolo del Mesías.
Nosotros somos ramas
Nosotros somos las ramas que deben estar pegadas a la vid.
El Padre es el labrador
El Padre es el labrador. Aquel que supervisa el estado de la vid y sus ramas.
Lo que el Padre revisa es ¿CUÁNTO FRUTO ESTAMOS DANDO?
Dos tipos de fruto
En las Escrituras encontramos dos tipos de fruto que son los que el Padre espera encontrar en nosotros:
1. Frutos internos (carácter)
Estos hablan de la transformación interior representada por el fruto del Espíritu Santo.
📖 22 En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, 23 humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.
Gálatas 5:22-23 NVI
2. Frutos externos (obras)
Éstos son frutos de obediencia a las instrucciones de Cristo. Caminar en la comisión que nos dio.
Compartir el evangelio, ayudar al necesitado, orar por los enfermos, libertar a los cautivos.
Fuimos salvados por gracia, para buenas obras. Para dar fruto abundante para el Señor.
Las acciones del Padre como labrador
El Padre en este pasaje, como labrador se encarga de revisar las ramas (nosotros).
Él está buscando fruto en nosotros, y de acuerdo a si lo halla o no, toma una diferente acción.
Si no encuentra fruto, la corta
Si no encuentra fruto en la rama, ésta es removida.
Esto puede sonar duro, pero es una realidad que debemos afrontar. Si un "creyente" no está dando el más mínimo fruto, es evidencia de una fe no genuina en Cristo. Por lo tanto es alguien que no ha recibido el regalo de la salvación.
📖 8 Cuando producen mucho fruto, demuestran que son mis verdaderos discípulos.
Si encuentra fruto la poda
Cuando el Señor encuentra que estás dando fruto, Él te purificará para dar más fruto.
Eso implica que Él va a quitar todo aquello que hoy te está estorbando para ser aún más fructífero. Puede ser que el Señor acabe con una relación que te está estorbando, te mueva de trabajo, cambie tus planes, etc.
A veces la poda puede doler, vas a perder algunas cosas, pero ganarás mucho fruto.
¿Qué necesita podar hoy el Padre en ti para dar más fruto?
La clave de dar fruto es Permanecer en Cristo
📖 5 »Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.
Dios espera que como discípulos demos mucho fruto; lo cual solo es posible si nos mantenemos conectados a Jesús.
💡 Cuando nos conectamos con Jesús el se encarga de producir fruto en nosotros; pero nuestra responsabilidad es mantenernos conectados.
¿Cómo permanecer en Jesús para dar mucho fruto?
✅ 1. Permanecer en comunión con Jesús
📖 4 Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes.
Esto es mantenernos en una comunión continua con Cristo.
Nosotros permanecemos en Cristo y Él permanece en nosotros.
Es como cuando el autor de Cantares dice “Yo soy de mi amado y mi amado es mío”.
Aplicaciones prácticas
- Oración y adoración por las mañanas
- Ten música que te mantenga conectado con Dios aún mientras trabajas.
✅ 2. Permanecer en las palabras de Jesús
📖 7 Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pueden pedir lo que quieran, ¡y les será concedido!
Jesús nos dice que parte de permanecer en Él como discípulo, es meditar constantemente en Sus palabras, enseñanzas y mandamientos y caminar en ellos.
En el capítulo anterior Él ya había hablado de esto, mencionando que la evidencia de nuestro amor hacia Jesús es que lo obedecemos.
📖 23 Jesús contestó:
—Todos los que me aman harán lo que yo diga. Mi Padre los amará, y vendremos para vivir con cada uno de ellos. 24 El que no me ama no me obedece. Y recuerden, mis palabras no son mías; lo que les hablo proviene del Padre, quien me envió. 25 Les digo estas cosas ahora, mientras todavía estoy con ustedes. 26 Sin embargo, cuando el Padre envíe al Abogado Defensor como mi representante—es decir, al Espíritu Santo—, él les enseñará todo y les recordará cada cosa que les he dicho.
Juan 14:23-26 NTV
Cristo también relacionó la obediencia como un fruto de nuestra relación con el Espíritu Santo.
Aplicaciones prácticas
- Estudiar la palabra diariamente.
- Meditar en ella.
- Pedir ayuda al Espíritu Santo para obedecer.
- Esforzarnos en obedecer.
Promesa de permanecer en la Palabra
“pueden pedir lo que quieran, ¡y les será concedido!”
Jesús dijo que si permanecemos en Su Presencia y dejamos que Su Palabra moldee nuestros pensamientos, nuestras inclinaciones y voluntad, entonces veremos más oraciones respondidas.
✅ 3. Permanecer en el amor de Jesús
📖 9 »Yo los he amado a ustedes tanto como el Padre me ha amado a mí. Permanezcan en mi amor. 10 Cuando obedecen mis mandamientos, permanecen en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor… 17 Este es mi mandato: ámense unos a otros.
Cuando recibimos el amor de Dios, respondemos en amor a Él.
Siempre el amor comienza de parte de Él (Él nos amó primero). Ese amor nos empodera para obedecer sus mandamientos. Y la misma obediencia se vuelve una protección para permanecer en ese amor.
📖 »Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.
Juan 14:15 NVI
3 cosas suceden cuando permanecemos en Cristo y damos fruto
1. Damos gloria al Padre
📖 8 Cuando producen mucho fruto, demuestran que son mis verdaderos discípulos. Eso le da mucha gloria a mi Padre.
2. Nuestras oraciones se cumplen
📖 Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pueden pedir lo que quieran, ¡y les será concedido!
3. Recibimos gozo sobrenatural
📖 11 Les he dicho estas cosas para que se llenen de mi gozo; así es, desbordarán de gozo.