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Creciendo en adoración, palabra y poder

Lectura de 7 mins

Estoy seguro que si estás hoy leyendo este post, es porque hay un deseo en tu interior de crecer espiritualmente. ¿Pero qué significa realmente eso?

A veces consideramos un sinónimo de crecimiento espiritual con conocimiento de la Palabra, y aunque es importante, podríamos conocer toda la Escritura y al mismo tiempo tener un corazón completamente alejado del Señor.

En esta enseñanza que compartí en Escuela de Avivamiento, hablo acerca de la necesidad de crecer integralmente en tres dimensiones: la adoración, la palabra y el poder de Dios. De esta manera nos aseguramos que Cristo crece en nosotros y nos libra del error.

Te comparto aquí ⬇️⬇️ el video completo de esta enseñanza y el resumen de la misma.

I. La Palabra y el poder

A. Debemos conocer la palabra y el poder de Dios para no caer en error

📖 “Jesús les contestó: —Ustedes andan equivocados porque desconocen las Escrituras y el poder de Dios.”

(Mateo 22:29 NVI)

  • Andan equivocados. Jesús en este pasaje no enseña que estudiar las Escrituras no es suficiente para conocer el corazón de Dios, necesitamos también conocer Su poder.
  • Desconocer Su poder nos lleva a comprender erróneamente las Escrituras, pues Jesús indica que no solo desconocían el poder, también desconocían las Escrituras a pesar de que los saduceos, quienes estaban recibiendo esta palabra, eran tan dedicados y sistemáticos en el estudio de la ley.
  • Las Escrituras. El problema es que muchas personas consideran que solo conocer las Escrituras nos apartan del error. Pero si conozco solo las Escrituras sin la Presencia y el poder de Dios, terminaré “secándome”.
  • Los “maestros” de la Palabra sin el poder de Dios son peligrosos. Se terminan volviendo aquellos que juzgan, critican y dividen a los que no piensan de la misma manera que ellos.
  • El poder. Si solo busco el poder de Dios sin las Escrituras, terminaré “evaporándome”. Esas personas también se vuelven peligrosas para el Cuerpo de Cristo, pues terminan solo buscando una experiencia sin dirección y fundamento, lo cual los hace llegar a extremos y perder el fruto que el poder de Dios debería producir.
  • Necesitamos crecer en ambas dimensiones: las Escrituras y el Poder de Dios.

B. Las Escrituras deben llevarnos a un encuentro con Dios

📖 “39 Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor! 40 Sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida.” (Juan 5:39-40 NVI)

  • Estudian las Escrituras. El propósito de las Escrituras no es adquirir conocimiento. Su propósito es ser una guía a un encuentro con Dios. No se trata de dejar a un lado el estudio de las Escrituras, pues ellas “dan testimonio” de Cristo. Pero ese testimonio no debería satisfacernos sino despertar el hambre para experimentar lo que la Escritura testifica.
  • No quieren venir a mí. Jesús reprende a aquellos que solo estudian la Biblia intelectualmente pero no buscan el encuentro con la Presencia de Dios al cual los debería dirigir.
  • No quieren venir a mí para tener esa vida. Las Escrituras por sí solas no producen vida, solo en Jesús podemos hallar vida. Las Escrituras hablan de la salvación pero no producen salvación, solo Jesús produce salvación. Las Escrituras hablan de la santificación pero no la producen, solo Jesús produce santificación. Aunque Cristo usa la Palabra, ésta no tiene ningún poder fuera de Cristo.

📖 “Él nos ha capacitado para ser servidores de un nuevo pacto, no el de la letra, sino el del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.”

(2 Corintios 3:6 NVI)

  • Leer la Palabra sin ser guiados a la Presencia de Dios no produce vida en nosotros. Más bien en muchos produce orgullo pues se aproximan a ella bajo un espíritu religioso más que con el hambre de encontrarse con Su Padre.
  • No debemos buscar la Escritura sin anhelar la experiencia con Dios, pero tampoco debemos buscar la experiencia con Dios sin la guía de la Escritura.

II. La adoración y la Palabra

A. La adoración trae revelación de la Palabra

📖 Traté de entender por qué los malvados prosperan,

¡pero qué tarea tan difícil!

17 Entonces entré en tu santuario, oh Dios,

y por fin entendí el destino de los perversos. Salmos 73:16-17 NVI

  • Traté de entender. Asaf se encontraba ante una incógnita teológica compleja que estaban poniendo en tensión su caminar en Dios. Al ver a los malvados prosperar se preguntaba “¿Conservé puro mi corazón en vano? ¿Me mantuve en inocencia sin ninguna razón?” (v. 13).
  • Entré en tu santuario. La solución a la pregunta no fue en ese momento estudiar más, sino entrar a la Presencia de Dios. Aún las dudas nos deben llevar a la Presencia de Dios, a buscarlo a Él en la intimidad.
  • Por fin entendí. En medio de la intimidad con Dios recibimos revelación de la Palabra. No podemos separar la Escritura de la devoción.

📖 Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo;

en lo secreto me has enseñado sabiduría. Salmos 51:6 NVI

  • Este pasaje refuerza el principio anterior. ¿Dónde encontramos la verdad? En lo íntimo. ¿Dónde encontramos sabiduría? En el lugar secreto.
  • Es tiempo de volver a acercarnos a las Escrituras en medio de una atmósfera de adoración íntima. Donde podamos conversar cara a cara con el Señor.

📖 21 En aquel momento Jesús, lleno de alegría por el Espíritu Santo, dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños. Sí, Padre, porque esa fue tu buena voluntad. Lucas 10:21 NVI

  • La revelación de Dios no es dada a los que son sabios de acuerdo a la sabiduría de este mundo, sino a aquellos que son sencillos de corazón, que son pobres en el espíritu y por tanto reconocen su necesidad de Él.
  • Son los hambrientos, los que aman al Señor y confían plenamente en Él los que con un corazón humilde se acercan a Su Presencia a recibir revelación.

III. La adoración y el poder

A. El poder de Dios es producido por un encuentro con Su presencia

📖 8 Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra. Hechos 1:8 NVI

  • Cuando venga el Espíritu. El poder de Dios en nuestras vidas es producido a través de encontrarnos con el Espíritu Santo. Cada encuentro que tenemos con el Espíritu produce poder en nuestras vidas.

B. Un encuentro con Dios es provocado por la búsqueda de Su Presencia

📖 4 No se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del Padre, de la cual les he hablado: 5 Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo. Hechos 1:4-5 NVI

  • No se alejen, esperen. El poder de Dios es producido por un encuentro con el Espíritu. Un encuentro es producido por la búsqueda. Necesitamos buscar al Señor en medio de la adoración para encontrarnos con Su Presencia.

📖 Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. Mateo 7:8 NVI

  • Observemos el significado de algunas palabras clave:

➡️ Busca (G2212)

ζητέω

zetéo

de afinidad incierta; *buscar (literalmente o figurativamente) específicamente (por hebraísmo) adorar (a Dios), o (en un mal sentido) complotar (contra la vida): pedir (señal), preguntar, preocupar, procurar, querer, requerir, buscar, demandar, ir. Compare G4441.

➡️ G4441

πυνθάνομαι

pundsánomai

voz media prolongado del primario πύθω púdso (que ocurre solo como alternado en ciertos tiempos); cuestionar, preguntar, i.e. verificar por inquirir (como asunto de información meramente; y por tanto diferente de G2065, que propiamente significa petición como favor; y de G154, que es estrictamente una demanda por algo debido; al igual que de G2212, que implica una búsqueda por algo escondido; y de G1189, que incluye la idea de necesidad urgente); por implicación aprender (por inteligencia casual): preguntar, entender, inquirir.

  • Paralelo en el Antiguo Testamento:

📖 Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme. Jeremías 29:13 NTV

➡️ Buscar (H1875)

דָּרַשׁ

darásh

raíz primaria; propiamente pisar o frecuentar; por lo general seguir (en persecución o búsqueda); por implicación buscar o preguntar; específicamente adorar: acordar, alzar, andar, en busca de, buscar, caso, consultar, cuenta, cuidar, demandar, deseado, escudriñar, hacer averiguar, indagar, inquirir, mendigar, pedir, perseguir, preguntar, procurar, prosperidad, registrar.

  • El Señor se encuentra con aquellos que lo buscan intensamente. Que no descansan día y noche porque tienen hambre y sed de Su Presencia.
  • La palabra «buscar», junto con la frase «de todo corazón», sugiere un fervor casi vehemente. Una adoración que no descansa, que persigue al Señor hasta encontrarse con Su Espíritu Santo.
  • Solo aquellos que permanecen buscando Su Presencia serán empoderados para ver más del poder sobrenatural de Dios en su diario vivir. Necesitamos buscar más, no descansar, mendigar, reconociendo que necesitamos Su Espíritu sobre nuestra vida.

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