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El bautismo del Espíritu Santo

Lectura de 11 mins

I. ¿Qué es el bautismo del Espíritu Santo?

📖 “»Yo [Juan el bautista] bautizo con agua a los que se arrepienten de sus pecados y vuelven a Dios, pero pronto viene alguien que es superior a mí, tan superior que ni siquiera soy digno de ser su esclavo y llevarle las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.” Mateo 3:11 NTV

A. Ser bautizado es ser sumergido

  • La palabra bautismo viene del griego “baptizo”, que literalmente significa empapar, saturar, sumergir. No se refiere a solo salpicar algo, sino al hecho de estar completamente inmerso, es decir, que ni una sola parte de aquello que es “bautizado” queda seca, sino que está completamente cubierto por aquello en lo cual fue sumergido.
  • Esta imagen podemos verla claramente el bautismo en las aguas, donde el cuerpo es completamente sumergido quedando debajo de ellas.
  • Podemos ver la imagen del bautismo del Espíritu Santo como la experiencia de ser completamente envueltos por el Espíritu, donde absolutamente todo nuestro ser está inmerso en Él.

B. El bautismo del Espíritu Santo es una promesa

  • Todo creyente debe anhelar y buscar la experiencia del bautismo en el Espíritu, no conformarse solamente con el bautismo en agua, y éste está disponible para todos, pues Jesús mismo lo mostró como una promesa del Padre:

📖 “Una vez, mientras [Jesús] comía con ellos, les ordenó: «No se vayan de Jerusalén hasta que el Padre les envíe el regalo que les prometió, tal como les dije antes. 5 Juan bautizaba con agua, pero en unos cuantos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo».” Hechos 1:4-5 NTV

II. El propósito del bautismo en el Espíritu Santo

A. El Espíritu con, en y sobre nosotros

  • Suele existir cierta confusión en el tema del bautismo del Espíritu Santo al ser confundido con la obra del Espíritu en nosotros que comienza cuando recibimos la salvación por medio de la fe en la obra redentora de Jesús.
  • Para poder entender de manera más clara y profunda la obra del Espíritu Santo, debemos poner atención a la preposición con la cuál es denominada Su acción. En la Biblia encontramos una diferencia clara de la función del Espíritu Santo “con”, “en” y “sobre” nosotros.

B. El Espíritu Santo con nosotros

  • La obra del Espíritu en nuestras vidas comienza mucho antes de la experiencia de la salvación y el nacer de nuevo.
  • Sin la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas la salvación es imposible, pues el Espíritu quien trae convicción de pecado para guiarnos al arrepentimiento (Jn. 16:8).
  • Jesús hace una declaración a los discípulos cuando les muestra que el Espíritu Santo estaba con ellos, pero aún no dentro de ellos. Además enfatiza la promesa de que pronto estaría también en ellos:

📖 “Me refiero al Espíritu Santo, quien guía a toda la verdad. El mundo no puede recibirlo porque no lo busca ni lo reconoce; pero ustedes sí lo conocen, porque ahora él vive con ustedes y después estará en ustedes” Juan 14:17 NTV

C. El Espíritu Santo en nosotros

  • La segunda manifestación del Espíritu en la vida del creyente es dentro o en nosotros.
  • Esta operación de Dios se refiere a la obra del Espíritu Santo actuando en nuestro interior para nuestra transformación y santificación.
  • Esta manifestación la recibimos al momento de nuestra salvación por la fe en Jesús.

📖 “...cuando creyeron en Cristo, Dios los identificó como suyos al darles el Espíritu Santo, el cual había prometido tiempo atrás.” Efesios 1:13 NTV

  • En el momento en que recibimos la salvación por medio de la fe en Jesús, el Espíritu Santo comienza a habitar en nosotros y nos va perfeccionando mediante Su obra santificadora, tal como lo estudiamos en las primeras lecciones de este curso.
  • Previo a Su resurrección, los discípulos no habían recibido esta experiencia, pues no habían nacido de nuevo dado que Jesús no había resucitado y por tanto aún no podían creer esta verdad para recibir salvación. Pero justo después de Su resurrección, Jesús sopla sobre Sus discípulos para que recibieran el Espíritu Santo en ellos.

📖 “Entonces sopló sobre ellos y les dijo: «Reciban al Espíritu Santo.” Juan 20:22 NTV

  • Aunque ya habían recibido el Espíritu Santo dentro de ellos, aún les faltaba una manifestación. Por lo cual Jesús les dijo:

📖 “4 Una vez, mientras comía con ellos, les ordenó: «No se vayan de Jerusalén hasta que el Padre les envíe el regalo que les prometió, tal como les dije antes. 5 Juan bautizaba con agua, pero en unos cuantos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo».” Hechos 1:4 NTV

  • De la misma manera, hoy en día, todo creyente recibe el Espíritu Santo en su interior al momento de recibir la salvación, pero esto no implica que haya sido bautizado en el Espíritu Santo, esta es una manifestación distinta que todos debemos anhelar.
  • En el libro de los Hechos encontramos ejemplos de creyentes que habían sido salvos, bautizados en agua pero aún no habían recibido el bautismo del Espíritu, es decir la experiencia del Espíritu Santo sobre ellos.

📖 “Mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo viajó por las regiones del interior hasta que llegó a Éfeso, en la costa, donde encontró a varios creyentes. 2 —¿Recibieron el Espíritu Santo cuando creyeron? —les preguntó. —No —contestaron—, ni siquiera hemos oído que hay un Espíritu Santo. 3 —Entonces, ¿qué bautismo recibieron? —preguntó.

Y ellos contestaron: —El bautismo de Juan.

4 Pablo dijo: —El bautismo de Juan exigía arrepentirse del pecado; pero Juan mismo le dijo a la gente que creyera en el que vendría después, es decir, en Jesús.

5 En cuanto oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. 6 Después, cuando Pablo les impuso las manos, el Espíritu Santo descendió sobre ellos, y hablaron en otras lenguas y profetizaron.”

Hechos 19:1-6 NTV

D. El Espíritu Santo sobre nosotros

  • La tercera manifestación del Espíritu Santo es sobre nosotros, y es a la que se refiere el bautismo del Espíritu Santo.
  • A diferencia del Espíritu en nosotros, cuando el Espíritu Santo viene sobre nosotros es para recibir del poder de Dios para ser testigos efectivos de la resurrección de Jesús.

📖 “pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.” Hechos 1:8 NTV

  • Y eso fue lo que sucedió por primera vez en el día de Pentecostés:

📖 “El día de Pentecostés, todos los creyentes estaban reunidos en un mismo lugar. 2 De repente, se oyó un ruido desde el cielo parecido al estruendo de un viento fuerte e impetuoso que llenó la casa donde estaban sentados. 3 Luego, algo parecido a unas llamas o lenguas de fuego aparecieron y se posaron sobre cada uno de ellos. 4 Y todos los presentes fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otros idiomas, conforme el Espíritu Santo les daba esa capacidad.” Hechos 2:1-4 NTV

  • Después de recibir el bautismo del Espíritu Santo, vemos cómo los creyentes fueron empoderados para ser testigos efectivos de la resurrección de Jesús. Pedro, lleno del Espíritu Santo, predica un mensaje poderoso y una multitud de 3,000 personas se convirtieron al Señor.
  • Eso es el poder del bautismo del Espíritu Santo.
  • Dios no te ha llamado a una vida sin poder, seguir a Jesús es un llamado a una vida sobrenatural como experimentaron los creyentes en el libro de los Hechos, pero esta vida de poder comienza con el bautismo en el Espíritu Santo.

III. Las evidencias del bautismo del Espíritu Santo

A. El bautismo del Espíritu Santo siempre va acompañado de manifestaciones de poder

  • La Biblia nos remarca que siempre que una persona fue bautizada con el Espíritu Santo hubo una manifestación evidente del poder de Dios sobre ellos.
  • Tan evidente que en el día de Pentecostés, toda la multitud que había llegado a Jerusalén para celebrar esa fiesta fueron desconcertados y llegaron corriendo para ver qué estaba sucediendo y hasta llegaron a creer que estaban borrachos.
  • Siempre que alguien es bautizado por el Espíritu Santo hay una manifestación de poder visible, siendo la más común el hablar en lenguas, pero no es la única manifestación.
  • En el Nuevo Testamento encontramos el hablar en lenguas y profetizar como las más comunes:

📖 4 Y todos los presentes fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otros idiomas, conforme el Espíritu Santo les daba esa capacidad.” Hechos 2:4 NTV

📖 “5 En cuanto oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. 6 Después, cuando Pablo les impuso las manos, el Espíritu Santo descendió sobre ellos, y hablaron en otras lenguas y profetizaron.” Hechos 19:5-6 NTV

📖 “44 Mientras Pedro aún estaba diciendo estas cosas, el Espíritu Santo descendió sobre todos los que escuchaban el mensaje. 45 Los creyentes judíos que habían llegado con Pedro quedaron asombrados al ver que el don del Espíritu Santo también era derramado sobre los gentiles. 46 Pues los oyeron hablar en otras lenguas y alabar a Dios.” Hechos 10:44-46 NTV

  • En el Antiguo Testamento también podemos encontrar otras manifestaciones del Espíritu Santo actuando sobre la vida de un creyente.
  • Es importante resaltar que en el Antiguo Testamento nadie tuvo la experiencia del Espíritu Santo dentro de Él, pues solo puede ser obtenida a través de la salvación, sin embargo muchos sí experimentaron la manifestación del Espíritu Santo sobre ellos, pero a diferencia del bautismo del Espíritu, solo era una manifestación temporal, parcial y específica para cumplir una asignación.
  • Aunque las manifestaciones del Antiguo Testamento fuero parciales, sí nos muestran lo que está disponible para nosotros en este tiempo.
  • La forma en que el Espíritu Santo se quiera manifestar al momento de bautizarte es muy diversa, a lo largo de toda la Biblia y en la historia de la iglesia podemos ver que Él es creativo y se puede manifestar como Él quiere.
  • ¡Hoy Él te está invitando a romper todo molde y dejar que Él se manifieste en tu vida como Él quiera!

IV. Obstáculos para recibir al Espíritu Santo

  • La religiosidad busca acomodar a Dios a nuestros moldes.
  • El Señor es más grande que nuestra mente, si Dios estuviera limitado por nuestra mente y teología no sería Dios.
  • Muchas veces decimos que “el Espíritu Santo es un caballero” para decir que Él no va a actuar si nosotros no se lo permitimos o que siempre va a actuar “suave” o “gentilmente”. Y si bien, el Espíritu Santo no nos va a salvar si no queremos, Él puede actuar como le plazca y no solo “gentilmente”.
  • ¿Te parece “caballeroso” tirar a Saulo de un caballo y dejarlo ciego? (Hch. 9:1-9). La Biblia describe que cuando el Espíritu Santo vino sobre Saúl cayó al suelo, quedó desnudo y estuvo en un trance profético todo el día y toda la noche (1 Sam. 19:23-25).
  • El Espíritu Santo se puede mover como Él quiera. No podemos limitarlo a nuestros estándares religiosos, a lo que nos gusta, a lo que nos es cómodo, lo que nos parece atractivo.
  • Para muchos, el impedimento más grande para ser bautizados en el Espíritu es quererlo limitar a manifestarse como ellos quieren. La invitación de hoy es comenzar a romper toda fortaleza mental y límite para la obra del Espíritu Santo.
  • Es tiempo de decir: “Espíritu Santo manifiéstate como Tú quieras pero ven sobre mí y bautízame, te anhelo y te necesito”.
  • El Espíritu Santo puede venir y manifestar llanto, risa, puede sentirse como fuego, electricidad, algunas personas caen al suelo por el poder del Espíritu. En fin, Él se puede manifestar como quiera. ¡No le pongas límite!

V. ¿Cómo recibir el bautismo del Espíritu Santo?

1. Haber creído en Jesús con un verdadero arrepentimiento

  • En el Nuevo Testamento, no encontramos un caso de personas que hayan recibido el bautismo del Espíritu Santo sin haber recibido el mensaje del Evangelio y haber creído en la obra redentora de Jesús.
  • Una persona debe haber entregado su vida a Jesús para recibir el bautismo del Espíritu Santo.

2. Pedirlo al Padre

  • El bautismo del Espíritu Santo es una promesa del Padre, y Jesús nos enseña a pedirlo para recibirlo.

📖 “Así que si ustedes, gente pecadora, saben dar buenos regalos a sus hijos, cuánto más su Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes lo pidan».” Lucas 11:13 NTV

3. Debemos anhelar con hambre y sed el Espíritu Santo

  • Cuando Jesús les habla a Sus discípulos de la promesa del Espíritu les dice que esperen en Jerusalén y no se fueran hasta recibirlo.
  • En los tiempos de espera es probada nuestra hambre y sed de Dios. Los que verdaderamente tienen sed permanecen hasta recibir lo que su corazón anhela.
  • Recordemos que Jesús enseñó que pedir implica insistir (Lc. 18:1-7).

4. Debemos tener fe de que lo recibiremos

  • El bautismo del Espíritu Santo no es una recompensa por nuestras obras, sino un regalo de Dios que recibimos por medio de la fe. Necesitamos tener fe de que lo recibiremos.

📖 “Déjenme hacerles una pregunta: ¿recibieron al Espíritu Santo por obedecer la ley de Moisés? ¡Claro que no! Recibieron al Espíritu porque creyeron el mensaje que escucharon acerca de Cristo… Mediante Cristo Jesús, Dios bendijo a los gentiles con la misma bendición que le prometió a Abraham, a fin de que los creyentes pudiéramos recibir por medio de la fe al Espíritu Santo prometido.” Gálatas 3:2,14 NTV

5. Debemos comenzar a fluir en el don

  • La fe implica una respuesta a nuestra acción.
  • Muchos al ser bautizados por el Espíritu esperan que el fluir en lenguas o profecía se manifieste por sí solo, como si el Espíritu les controlara la lengua. Pero Pablo enseña que “el espíritu del profeta se sujeta al profeta” (1 Cor. 14:32).
  • Esto significa que ahora que hemos recibido el don, este se sujeta a nuestra acción, pero nuestra fe nos permite abrir nuestra boca para manifestar aquello que hemos recibido.
  • Dios te puede tocar como Él quiera, pero el don que recibes se sujeta a tu acción, si no actúas en fe, no se manifiesta el don.

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