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La ley espiritual de Newton

Lectura de 11 mins

¿Alguna vez has sentido a Dios distante? ¿Sientes que estás pasando por un momento incómodo en tu vida?

En este mensaje te invito a cambiar tu perspectiva sobre estas situaciones y ver más de Dios en tu vida.

Si deseas, puedes ver el video de la predicación, o leer el artículo a continuación.

Cuando Jesús se encuentra y llama a Natanael como uno de Sus discípulos, Él dio una promesa para todos aquellos que lo seguimos: “Veremos los Cielos abiertos”.

📖 Y agregó: «Les digo la verdad, todos ustedes verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre, quien es la escalera entre el cielo y la tierra». Juan 1:51 NTV

En este pasaje, Jesús está citando una historia del Antiguo Testamento. Un momento de revelación que Jacob tuvo.

📖 10 Mientras tanto, Jacob salió de Beerseba y viajó hacia Harán. 11 A la caída del sol, llegó a un buen lugar para acampar, y se quedó allí a pasar la noche. Jacob encontró una piedra donde reposar su cabeza y se acostó a dormir. 12 Mientras dormía, soñó con una escalera que se extendía desde la tierra hasta el cielo, y vio a los ángeles de Dios que subían y bajaban por ella.

13 En la parte superior de la escalera estaba el Señor, quien le dijo: «Yo soy el Señor, Dios de tu abuelo Abraham, y Dios de tu padre Isaac. La tierra en la que estás acostado te pertenece. Te la entrego a ti y a tu descendencia. 14 ¡Tus descendientes serán tan numerosos como el polvo de la tierra! Se esparcirán en todas las direcciones: hacia el oriente y el occidente, hacia el norte y el sur; y todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia. 15 Además, yo estoy contigo y te protegeré dondequiera que vayas. Llegará el día en que te traeré de regreso a esta tierra. No te dejaré hasta que haya terminado de darte todo lo que te he prometido».

16 Entonces Jacob se despertó del sueño y dijo: «¡Ciertamente el Señor está en este lugar, y yo ni me di cuenta!»; 17 pero también tuvo temor y dijo: «¡Qué temible es este lugar! No es ni más ni menos que la casa de Dios, ¡la puerta misma del cielo!».

Génesis 28:10-17 NTV

Quiero compartirte tres ideas a partir de este pasaje.

1. Necesitas pausar tu vida para escuchar a Dios

📖 16 Entonces Jacob se despertó del sueño y dijo: «¡Ciertamente el Señor está en este lugar, y yo ni me di cuenta!»17 pero también tuvo temor y dijo: «¡Qué temible es este lugar! No es ni más ni menos que la casa de Dios, ¡la puerta misma del cielo!». Génesis 28:16-17 NTV

Tomemos un poco de contexto del pasaje. Jacob estaba huyendo de su hermano Esaú cuando llegó a este lugar.

Jacob había usurpado la bendición de primogénito que le pertenecía a Esaú y se encontraba huyendo con temor de que su hermano quisiera tomar venganza.

Probablemente Jacob estaba cansado, estresado; él encontró este lugar y se quedó dormido.

Es en ese lugar que tiene una visión de una escalera que une la tierra con el cielo y ve al Señor en el punto más alto quién declara palabras de bendición sobre Jacob.

«Yo soy el Señor, Dios de tu abuelo Abraham, y Dios de tu padre Isaac. La tierra en la que estás acostado te pertenece. Te la entrego a ti y a tu descendencia. 14 ¡Tus descendientes serán tan numerosos como el polvo de la tierra! Se esparcirán en todas las direcciones: hacia el oriente y el occidente, hacia el norte y el sur; y todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia. 15 Además, yo estoy contigo y te protegeré dondequiera que vayas. Llegará el día en que te traeré de regreso a esta tierra. No te dejaré hasta que haya terminado de darte todo lo que te he prometido».

¡Qué gran promesa!

Pero el punto que quiero destacar es que cuando Jacob se despierta del sueño dice: “«¡Ciertamente el Señor está en este lugar, y yo ni me di cuenta!»”.

Todos hemos recibido la promesa de que Dios estará con nosotros siempre. En Mateo 28:20 Jesús dijo que Él estaría con nosotros siempre y en todo lugar.

Dios siempre está. Pero muchas veces nos pasa lo mismo que a Jacob. No nos damos cuenta que el Señor estaba ahí. Nuestra mente está tan enfocada en otros cosas, preocupaciones, problemas, etc. que no nos queda espacio para Dios.

Vivimos en la cultura de la ocupación. Siempre estamos ocupados. Para todo decimos “no tengo tiempo”. Pero en realidad todos tenemos la misma cantidad de tiempo.

Nuestra cultura nos hace sentir culpables si no estamos haciendo algo. Estamos tan insatisfechos con nuestro presente que cualquier segundo “no productivo” nos hace sentir retrasados en la construcción del futuro que soñamos.

Te confieso que yo soy el primero que sufre de esto.

Pero la Palabra nos habla de la importancia de descansar. El Padre descansó al séptimo día. La ley de Moisés instituyó un día de descanso a la semana por dos razones:

  1. Porque el Padre así lo hizo.
  2. Para recordar que ya no eran más esclavos (Dt. 5:14-15).

💡 Si no podemos descansar es que somos eslavos. El descanso nos hace recordar que nuestro futuro está seguro en Dios.

Pasamos tan ocupados que no dejamos espacios de silencio y quietud. Y ese es el mayor impedimento que no nos permite escuchar a Dios y tener encuentros con Él.

Aún cuando vamos al baño llevamos el celular, ya ni siquiera ese momento es un espacio de quietud.

Necesitamos romper con la esclavitud auto-impuesta y ser intencionales en tener tiempos de quietud para escuchar a Dios. Tal vez Dios nos está hablando pero no lo escuchamos por tantas voces que tenemos en nuestra mente.

Eso fue lo que le pasó a Jacob. Él llegó a un lugar donde la Presencia de Dios era tan fuerte pero él no era consciente de ello.

¿De cuánto de Dios nos estaremos perdiendo porque estamos distraídos?

Dios está con nosotros. Dios nos está hablando a cada uno. Pero debemos quitar nuestros oídos y visión de las cosas terrenales para poder escuchar al Señor.

¿Harás espacio para descansar?

En nuestra iglesia, cuando adoramos, dejamos espacios en los que no estamos cantando algo, solo está la música sonando. En los salmos encontramos la indicación selah. La cuál era un comando para tomar un momento de reposo en medio de la canción y meditar en lo que se estaba declarando.

¡Necesitamos esos espacios!

Dios tuvo que llevar a Jacob a un sueño y en ese espacio de reposo, pudo escuchar Su voz. Te invito a tomar una pausa. Aún si estás leyendo toma una pausa y escucha al Señor.

2. Dios se quiere encontrar contigo en tu incomodidad

📖 18 A la mañana siguiente, Jacob despertó muy temprano y erigió como columna conmemorativa la piedra en la que había reposado la cabeza y después derramó aceite de oliva sobre ella. 19 Llamó a aquel lugar Betel (que significa «casa de Dios»), aunque antes se llamaba Luz. Génesis 28:18-19 NTV

Jacob probablemente estaba tan cansado y angustiado que le pareció cómodo dormir en una piedra. ¡Tienes que estar muy cansado para dormir en una piedra!

Cuando era un niño era común que con mis amigos nos reuniéramos todos en casa de alguno para estar juntos. Aunque pedíamos permiso para dormir en casa de alguien, realmente nunca dormíamos, pasábamos toda la noche jugando y platicando.

Mi padre es ingeniero civil, y siempre que le pedía permiso me decía que la condición era que al siguiente día tenía que acompañarlo a su trabajo.

Recuerdo una ocasión en que había pasado toda la noche sin dormir, fui al día siguiente al trabajo de mi padre y estaban construyendo la barra de una cocina. Ésta era solo de cemento en ese momento. Yo estaba tan cansado que sin darme cuenta, en un momento puse mi frente en la barra de cemento y me quedé dormido parado.

¡Cuando uno está cansado duerme donde sea! Yo dormí en una barra de cemento. Jacob durmió en una piedra.

Jacob estaba en un lugar incómodo. No solo naturalmente por estar en la piedra, esto solo era reflejo de la incomodidad que había en su interior. Él no tenía paz, estaba huyendo de su propio hermano.

Pero Dios decidió encontrarse con Jacob en el lugar de su incomodidad.

Todos tenemos uno o varios lugares donde nos sentimos incómodos. Puede ser tu trabajo, tu casa, tu universidad, tu situación económica, o alguna relación.

💡 Ese lugar donde te sientes incómodo, tu casa, tu trabajo, tu soltería, es un lugar donde Dios quiere encontrarse contigo. ¡Cualquier lugar es un lugar correcto para encontrarse con Dios!

¿Cuál es tu piedra? ¿Qué es lo que te está causando incomodidad hoy?

¡Dios quiere encontrarse contigo en ese lugar!

Convierte tu incomodidad en un altar de adoración

El Señor se encontró con Jacob en el lugar de su incomodidad y le dio una promesa grandiosa. Pero algo que me encanta de esta historia es la forma en que Jacob responde.

📖 18 A la mañana siguiente, Jacob despertó muy temprano y erigió como columna conmemorativa la piedra en la que había reposado la cabeza y después derramó aceite de oliva sobre ella. 19 Llamó a aquel lugar Betel (que significa «casa de Dios»), aunque antes se llamaba Luz.

20 Luego Jacob hizo el siguiente voto: «Si Dios en verdad está conmigo y me protege en este viaje, y si él me provee de comida y de ropa, 21 y si yo regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor ciertamente será mi Dios. 22 Y esta piedra que levanté como columna conmemorativa será un lugar de adoración a Dios, y yo le daré a Dios una décima parte de todo lo que él me dé».

En otras palabras, Jacob pudo decir: “voy a convertir esta piedra, que representa mi incomodidad, en un lugar de adoración”.

💡 Tú puedes estar pasando hoy por incomodidad, por dificultades. Y tal vez Dios no las va a quitar en este momento. Pero tú puedes cambiar tu actitud. Hoy puedes decir, convertiré mi incomodidad en un altar de adoración.

No importa qué tan incómodo sea, no importa cómo me sienta, en este lugar lo que voy a hacer es adorar a Dios.

Lo que hoy te está incomodando se puede convertir en un lugar de adoración.

Ya no llamaré a mi casa un lugar de pleitos, ahora la llamaré casa de Dios, puerta del Cielo y mi casa será un lugar de adoración a Dios.

Ya no llamaré a mi trabajo un estrés, ahora lo llamaré casa de Dios, puerta del Cielo y mi trabajo será un altar de adoración a Dios.

Mi soltería ya no será una queja, hoy la convertiré en un altar de adoración.

Jacob nos muestra que cualquier lugar, por más indeseable que podamos verlo, si guardamos silencio un momento y dejamos de afanarnos, nos daremos cuenta que Dios está ahí y Él nos quiere hablar. Él quiere revelarnos por qué estamos pasando por esto, cuál es Su plan para esta temporada.

Cuando nos damos cuenta de esto, la respuesta correcta de nuestro corazón es adorarlo a Él.

La ley de Newton

Yo titulé este mensaje “La ley espiritual de Newton”, basado en la ley de la gravitación universal, la cual dice:

“todos los objetos se atraen unos a otros con una fuerza directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que separa sus centros”

...en palabras más simples o como normalmente la conocemos, “todo lo que sube tiene que bajar”.

Pero la ley espiritual que te quiero compartir es que “todo lo que baja tiene que subir”.

Este pasaje nos muestra que un lugar de encuentro con Dios es un lugar donde ángeles descienden. Podemos hablar mucho de lo que desciende del Cielo: provisión, unción de multiplicación, revelación, etc.

Pero también hay ángeles que ascienden. Si algo está descendiendo del Cielo, se espera que algo ascienda de vuelta, y eso es nuestra adoración.

Si el Señor nos está diciendo, “yo estoy contigo y te protegeré dondequiera que vayas... No te dejaré hasta que haya terminado de darte todo lo que te he prometido»”, nuestra respuesta a Su bendición debe ser adoración.

¿Qué estamos hoy nosotros ascendiendo?

💡 El Cielo se abrió no solo para que la bendición de Dios venga sino que también se abrió para que nuestra adoración pueda subir y pueda ser recibida por el Padre.

Si tanta bendición está descendiendo de Dios sobre nosotros, tanta adoración debe ascender también.

La mayor bendición de los Cielos abiertos es que antes no podíamos ver a Dios, no podíamos escucharlo. Pero ahora podemos ver al Señor, escucharlo, podemos abrazarlo, podemos adorarlo y tener comunión con aquel a quien amamos.

Quiero destacar también que el Señor no bendice a Jacob hasta después de recibir adoración, Él lo bendice antes por Su gracia.

Aunque la ley de Newton dice que todo lo que sube tiene que bajar, en el Reino es al revés. Primero Dios hace descender su bendición y nosotros respondemos en adoración.

No puede ser al revés, porque nuestras oraciones, ayuno, devoción pueden comprar la bendición de Dios. Ésta viene por su gracia.

💡 Dios no nos pide adoración para bendecirnos, pero la respuesta correcta a la gracia de Dios es adoración.

Si tú conviertes tu lugar de incomodidad en un altar de adoración, la Presencia de Dios habitará en ese lugar. Y cuando la Presencia de Dios está en un lugar, todo cambia.

En resumen

  1. Necesitas pausar tu vida para escuchar a Dios
  2. Dios se quiere encontrar contigo en tu incomodidad
  3. Convierte tu lugar de incomodidad en un altar de adoración
  4. Dios morará en donde es adorado

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