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Viviendo bajo Cielos Abiertos

Lectura de 11 mins

Es importante comenzar el año con enfoque. Como iglesia, cada año buscamos escuchar de parte del Espíritu Santo una dirección o punto de enfoque de lo que creemos que Dios quiere enfatizar y manifestar en medio de nosotros.

Este año 2022, en nuestra iglesia MRF lo hemos declarado un año de Cielos Abiertos.

La Biblia nos muestra que “Cielos Abiertos” es una realidad disponible para todo creyente, no es algo solo de un año. Nosotros hemos decidido este año enfocar nuestra fe en esta promesa, pero sin perder el entendimiento de que es una invitación de Cristo para cada creyente.

Por tanto, todo creyente está llamado a vivir bajo Cielos Abiertos.

Definiendo Cielos Abiertos

Hablar de Cielos Abiertos se remonta a los profetas del Antiguo Testamento, quienes pudieron percibir una promesa de Dios de abrir los Cielos y comenzaron a interceder clamando por el cumplimiento de ésta.

Probablemente uno de los pasajes más notorios es la intercesión de Isaías:

📖 ¡Oh, si rompieses los cielos, y descendieras, y a tu presencia se escurriesen los montes, 2 como fuego abrasador de fundiciones, fuego que hace hervir las aguas, para que hicieras notorio tu nombre a tus enemigos, y las naciones temblasen a tu presencia! Isaías 64:1-2 RVR60

Esta oración sigue presente en el corazón del Nuevo Testamento, cuando Jesús nos enseña a orar diciendo: “Venga Tu Reino, hágase Tu voluntad en la tierra como en el Cielo”.

👉🏻 “Cielos Abiertos” es una invitación a que la realidad del Cielo se haga presente en la tierra.

Cristo abrió los Cielos para nosotros

Aunque la Palabra nos muestra la importancia de orar por Cielos abiertos, debemos comprender que nuestra oración no es capaz de abrir los Cielos. Eso es algo que solo Dios puede hacer, y ya lo hizo a través de Cristo.

Cuando Cristo vino los Cielos se abrieron, el velo se rasgó y todo lo que nos impedía acceder a la realidad superior de Dios fue removido. Sin embargo, nuestra oración nos alinea con la voluntad de Dios y eleva nuestra fe para ver manifiesta esa realidad.

Pero cuando nuestra fe se desenfoca, podemos pasar por alto todo aquello que Dios tiene para nosotros y nuca experimentarlo aunque esté disponible.

Eso fue justo lo que le pasó a Jacob en el Antiguo Testamento:

📖 10 Jacob partió de Berseba y se encaminó hacia Jarán. 11 Cuando llegó a cierto lugar, se detuvo para pasar la noche, porque ya estaba anocheciendo. Tomó una piedra, la usó como almohada, y se acostó a dormir en ese lugar. 12 Allí soñó que había una escalinata apoyada en la tierra, y cuyo extremo superior llegaba hasta el cielo. Por ella subían y bajaban los ángeles de Dios. 13 En el sueño, el Señor estaba de pie junto a él y le decía: «Yo soy el Señor, el Dios de tu abuelo Abraham y de tu padre Isaac. A ti y a tu descendencia les daré la tierra sobre la que estás acostado. 14 Tu descendencia será tan numerosa como el polvo de la tierra. Te extenderás de norte a sur, y de oriente a occidente, y todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia. 15 Yo estoy contigo. Te protegeré por dondequiera que vayas, y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonaré hasta cumplir con todo lo que te he prometido».

16 Al despertar Jacob de su sueño, pensó: «En realidad, el Señor está en este lugar, y yo no me había dado cuenta»17 Y con mucho temor, añadió: «¡Qué asombroso es este lugar! Es nada menos que la casa de Dios; ¡es la puerta del cielo!»

Génesis 28:10-17

En este pasaje, Jacob venía huyendo de su hermano Esaú, quien se había enterado que él había robado su primogenitura.

Jacob llega a un lugar donde los Cielos estaban abiertos, más adelante él lo describe como la puerta del cielo, pero al parecer estaba tan enfocado en lo que lo angustiaba que no pudo darse cuenta de aquella realidad espiritual.

El Señor tuvo que hablarle a Jacob a través de un sueño para despertar sus sentidos espirituales y pudiera ver la bendición que estaba sobre él.

Jacob estaba tan distraído con las situaciones naturales y conflictos familiares que estaba viviendo que no fue consciente de la realidad de Cielos Abiertos bajo la que se encontraba.

👉🏻 La realidad de Cielos Abiertos solo puede ser activada por la fe, pero si estamos distraídos e inconsciente del mover de Dios, no podremos ver la manifestación del Reino sobre nosotros.

Muchos años más adelante, Jesús revela que esta experiencia momentánea que Jacob tuvo se cumpliría perfectamente en Él y estaría disponible para todos Sus discípulos. Cuando Jesús llama a Natanael a seguirlo, le da la siguiente promesa a él y los otros discípulos:

📖 49 —Rabí, ¡tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel! —declaró Natanael.

50 —¿Lo crees porque te dije que te vi cuando estabas debajo de la higuera? ¡Vas a ver aun cosas más grandes que estas!

Y añadió:

51 —Ciertamente les aseguro que ustedes verán abrirse el cielo, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.

Juan 1:49-51 NVI

Cuando seguimos a Jesús, Él se convierte en nuestro Bethel, la puerta del Cielo que se mantiene abierta.

Debemos iniciar este año con la expectativa de ver cosas mayores, de vivir bajo una realidad de Cielos Abiertos. Él ya rasgó el velo, rompió los Cielos y toda separación que nos impedía acceder a Dios y Su Reino.

5 manifestaciones de Cielos abiertos

Ya hemos definido la invitación de Cristo para ver los Cielos Abiertos a todos aquellos que estamos en Él.

A continuación quiero mostrarte 5 diferentes bendiciones que se activan cuando caminamos bajo cielos abiertos:

1. Los cielos abiertos traen revelación

📖 Apo 4:1  Después de esto miré, y allí en el cielo había una puerta abierta. Y la voz que me había hablado antes con sonido como de trompeta me dijo: "Sube acá: voy a mostrarte lo que tiene que suceder después de esto."

Apo 4:2  Al instante vino sobre mí el Espíritu y vi un trono en el cielo, y a alguien sentado en el trono. Apocalipsis 4:1-2 NVI

En este pasaje, el apóstol Juan tuvo una experiencia donde los Cielos se le abrieron para obtener revelación de parte de Dios. En particular, Juan recibe la revelación del libro de Apocalipsis, permitiéndole entender los planes de Dios para la tierra desde una perspectiva celestial.

Cuando vivimos bajo cielos abiertos, la revelación se activa sobre nosotros. Dios nos invita a ver las situaciones terrenales desde una perspectiva celestial.

Dejamos de juzgar los acontecimientos desde una perspectiva natural y humanista, y logramos entender los planes de Dios detrás de todo, confiando que aún si las cosas pudieran parecer malas para nosotros, todo será para bien.

Cuando hay revelación, podemos comprender las Escrituras por medio del Espíritu Santo. El Señor nunca ha querido que leamos las Escrituras limitados por nuestro intelecto natural. Él nos ha dado el regalo de Su Espíritu Santo quien nos ayuda a comprender todas las cosas.

La revelación también nos permite ver a las personas como Dios las ve. Nosotros solemos ver las cosas exteriores de las personas, pero Dios ve el corazón y tiene la capacidad de vernos como una obra terminada.

Cuando vivimos bajo Cielos abiertos esta misma perspectiva se activa en nosotros, llevándonos a valorar más a las personas, amarlas y honrarlas.

2. Los cielos abiertos traen un derramamiento del Espíritu

📖 Mar 1:9  En esos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán.

Mar 1:10  En seguida, al subir del agua, Jesús vio que el cielo se abría y que el Espíritu bajaba sobre él como una paloma.

Mar 1:11  También se oyó una voz del cielo que decía: "Tú eres mi Hijo amado; estoy muy complacido contigo." Marcos 1:9-11 NVI

¡Cuando los Cielos se abren, el Espíritu desciende!

La obediencia de Cristo provocó que los Cielos se abrieran y con ello, la promesa del Espíritu Santo se manifestó en Él.

Años más tarde, Jesús enseñó a Sus discípulos que esta promesa era para todos. En el día de Pentecostés vemos el cumplimiento de esta promesa, bautizando a los discípulos con el Espíritu Santo y fuego.

Probablemente tú ya has sido bautizado con el Espíritu Santo. Pero sea así o no, el quiere llenarnos una y otra vez de Él.

Que nuestro conocimiento del Espíritu no se quede en una experiencia sino en una convivencia continua.

Te invito a creer este año por un derrabar mayor del Espíritu Santo sobre tu vida. Mayor gracia, unción, y Presencia de Dios sobre ti 🔥.

3. Los cielos abiertos traen bendición sobreabundante

📖 Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto dice el Señor Todopoderoso, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde. Malaquías 3:10 NVI

El profeta Malaquías nos muestra una realidad que sucede cuando las compuertas del Cielo se abren. Cuando hay Cielos abiertos, Dios derrama Su bendición sobreabundante.

Esta bendición puede incluir finanzas (oportunidades de negocio, puertas abiertas, promociones, clientes, etc.), pero no se limita a ello.

Es importante destacar que las bendiciones financieras son parte de las promesas de Dios.

Como hijos de Dios tenemos que aprender a no tener un espíritu materialista y buscar al Señor solo como un medio para obtener riquezas, pero tampoco debemos reaccionar en contra de un evangelio de prosperidad e irnos a un opuesto igual de erróneo que niega las promesas de Dios para nuestras finanzas.

Dios quiere bendecirnos financieramente para que podamos ser de bendición para otros y para probar nuestro corazón para darnos riquezas mayores.

Esto es justo lo que Jesús dijo en Lucas 16:

📖 10 »El que es honrado en lo poco también lo será en lo mucho; y el que no es íntegro en lo poco tampoco lo será en lo mucho. 11 Por eso, si ustedes no han sido honrados en el uso de las riquezas mundanas, ¿quién les confiará las verdaderas? Lucas 16:11 NVI

Jesús enseñó que la forma en la que utilizamos las “riquezas mundanas” (dinero) revela nuestro corazón y por tanto la confianza que Dios puede tener hacia nosotros para darnos las verdaderas riquezas espirituales, las cuales pueden ser experiencias con Dios, favor, unción, poder y gracia sobrenatural.

De cierta manera, lo que Jesús está expresando es que si las riquezas que recibimos de parte de Dios las usamos para bendecir a las personas, para impulsar el avance del Reino de Dios, el desarrollo de la iglesia, en lugar de para un beneficio egoísta, entonces puede confiar que lo mismo haremos con las riquezas espirituales.

Cuando estamos bajo Cielos abiertos, podemos tener fe de que Dios bendecirá el trabajo de nuestras manos, pero no te conformes con esa bendición, porque hay bendiciones mayores. Sé íntegro con las riquezas materiales y ten por seguro que el Señor traerá un incremento de bendiciones espirituales para ti.

4. Los cielos abiertos traen unción para el Evangelismo

📖 Hch 10:9  Al día siguiente, mientras ellos iban de camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea a orar. Era casi el mediodía.*

Hch 10:10  Tuvo hambre y quiso algo de comer. Mientras se lo preparaban, le sobrevino un éxtasis.

Hch 10:11  Vio el cielo abierto y algo parecido a una gran sábana que, suspendida por las cuatro puntas, descendía hacia la tierra.

Hch 10:12  En ella había toda clase de cuadrúpedos, como también reptiles y aves.

Hch 10:13  --Levántate, Pedro; mata y come --le dijo una voz. Hechos 10:9-13 NVI

Los Cielos abiertos abren una puerta para el evangelismo y la cosecha.

En el pasaje anterior, el apóstol Pedro recibe una visión de parte de Dios bajo un contexto de Cielos abiertos. En ésta, el Señor le muestra una figura profética que más adelante le revela su significado: Pedro tenía que romper con su tradición y religiosidad porque era el tiempo de la evangelización de los gentiles (las personas que no pertenecían al pueblo judío).

Al leer el libro de los Hechos, nos damos cuenta que este acontecimiento marca un antes y un después en el mover de la iglesia. Aunque ya se habían alcanzado algunos gentiles, la población de la iglesia era principalmente judía. Pero a partir de la visión de cielos abiertos de Pedro, comenzó un avivamiento que como fruto trajo una cosecha abundante de gentiles.

Tengamos fe en este año para creer que los Cielos están abiertos y que la cosecha está lista. Levantémonos como obreros del Señor para recoger una cosecha abundante de almas en nuestra familia, trabajo y entorno.

5. Los cielos abiertos nos dan una revelación mayor de Cristo

📖 Hch 7:55  Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo y vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios.

Hch 7:56  --¡Veo el cielo abierto --exclamó--, y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios! Hechos 7:55-56 NVI

Finalmente, los Cielos abiertos abren la ventana para ver a Jesús de una manera más profunda y madura. Dejamos de ver a Jesús como un medio para alcanzar nuestros anhelos personales y comodidad, para comenzar a verlo como el Señor y Rey de todas las cosas.

Esteban estaba en este pasaje a punto de ser apedreado a causa de predicar el Evangelio. Y en esa situación de dificultad (probablemente mayor a cualquiera que nosotros hemos pasado), él no se levanta con un reclamo a Dios. No le dice “¿por qué me permites pasar por esto si yo te sirvo con tanto esfuerzo?”.

En medio de la mayor dificultad, a punto de enfrentar su muerte, Estaban levantó la mirada y vio el Cielo abierto y vio a Jesús a la diestra de Dios.

Él sabía que estaba a punto de morir, pero confiaba en que el plan de Cristo continuaría y que aún su martirio serviría para el avance del Evangelio en las naciones.

¡Necesitamos una fe así de madura! Jesús no nos promete que al seguirlo todo será fácil y cómodo, más bien, todo lo contrario. Pero creo que cuando nuestra fe está puesta en la obra de Cristo, aún las dificultades se vuelven el entorno perfecto para conocerlos más profundamente a Él.

¡Los Cielos están abiertos! Te invito a que levantes tu expectativa y fe para ver todo lo que Jesús tiene preparado para ti este año.

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